La Formación de la Isla

Redactado por: Mariano J. Vargas Ramirez

Formación de las Islas Canarias 

Las Islas Canarias son un conjunto de islas localizadas en el océano Atlántico, que se han originado por la acción constructiva de la actividad volcánica cuando el magma a través de fisuras o fragmentación de la corteza oceánica sube y se va apilando en el fondo oceánico hasta sobresalir sobre el nivel de la superficie del mar. Esta actividad volcánica, sostenida durante millones de años, sigue vigente en la actualidad aunque hoy en día, se acepta que el archipiélago comenzó a construirse a mediados de la Era Terciaria. 

Diversas teorías intentan explicar dicha formación como son: La Teoría de la fractura propagante (Anguita y Hernán, 1975), Teoría de los bloques levantados (Araña y Ortiz, 1991), Modelo unificador (Anguita y Hernán, 2000) y la Teoría del punto caliente (Morgan, 1971) aunque la más aceptada es esta última que relaciona el origen de Canarias con una zona de gradiente irregular en un área determinada del manto terrestre, a una mayor profundidad que las placas litosféricas. Grosso modo se fueron formando las islas del Archipiélago Canario, obteniendo la categoría de antigüedad la más alejada al punto caliente. 


Formación de la Isla de El Hierro 

La isla de El Hierro al igual que el resto de islas es de origen volcánico. Los científicos estiman que tiene una edad geológica de un millón cien mil de años, por lo que es la isla canaria más joven. El comienzo de la descomposición del fondo del océano debido al empuje del manto, provocó que el magma destrozara el fondo marino creando una brecha en forma de "Y" y la isla adquiriera dicha forma, por la que empezó a salir lava. Las coladas de lava cubrieron las zonas costeras del sur y oeste de la isla, aunque también de la zona norte. Las desiguales erupciones fueron ampliando la proporción de la isla. También pudieron ocurrir grandes deslizamientos de material volcánico inestable. La fase más activa de la formación de la isla se sitúa hacia el 10000 a. C. 

El año clave fue 1793 pues se aconteció una serie de fenómenos sísmicos en la zona de El Verodal, aunque en ninguno de los documentos de la época se registró una erupción, según afirman las crónicas. Acto seguido con posterioridad, Hernández Pacheco (1982) lleva a cabo un estudio vulcanológico fijando la posible erupción en el volcán Lomo Negro. Sin embargo, otros autores (Romero, 1991) ponen en duda dicha erupción, no estando todavía científicamente confirmada. 

A pesar del pequeño tamaño que presenta El Hierro, hay que aclarar que es la isla con mayor densidad de volcanes en proporción a su superficie, hallándose un total de más de 800 cráteres a cielo abierto y otros 300 cubiertos por coladas de lava más recientes. La isla también es rica en tubos y cuevas de origen volcánico. Actualmente existen 70 cuevas y tubos volcánicos catalogados, destacando la Cueva de Don Justo. Se compone de un sistema de tubos volcánicos formados por el enfriamiento de las corrientes de lava en el exterior. La lava candente del interior del tubo siguió fluyendo hasta dejarlo vacío. Se han definido tres grandes volcanes superpuestos: Tiñor, EL Golfo y los Rifts. Cada uno de estos edificios creció hasta niveles inestables, colapsando lateralmente y generando grandes depresiones calderiformes. 

Formación del edificio Tiñor 

El volcán Tiñor constituye el edificio de origen volcánico más antiguo que se desarrolló en El Hierro. Su origen se debe al excesivo control del volcanismo por un rift triple desde el inicio de la isla, que esta primera fase tuvo su máxima actividad en la rama NE, dando lugar a dicho edificio volcánico. La zona noreste de la isla es su lugar de ocupación, alcanzando los 1.137 metros en la cima del cono volcánico de Ventejís donde acaba su centro eruptivo. 

En sus inicios, el edificio volcánico presentaba reducidas dimensiones y con flancos demasiado inclinados, acumulándose sucesiones de finas coladas, intensamente introducidas por diques y con marcados buzamientos en disposición periclinal. Al crecer y extenderse la base del volcán se almacenaron en su cima paquetes de coladas en posición casi horizontal. Finalmente, hace unos 800.000 años, se originaron erupciones explosivas que crearon el grupo volcánico de Ventejís, expulsando lavas con contenido en xenolitos que discurrieron hacia Valverde y la costa este. Acto seguido después, el flanco noroeste del edificio se derrumbó, ocasionando una amplia depresión de colapso calderiforme. El núcleo del volcán está asimismo fracturado por la falla de San Andrés, que no cortan a las recientes lavas (de 145.00 años), por lo que es anterior al menos a esa época. 

Formación del edificio El Golfo 

Apenas quedan vestigios visibles del edificio del Volcán de El Golfo, bien porque la mayor parte se arrojó al océano o bien porque el resto está recubierto por las erupciones más recientes de los Rifts.

Localizado en el municipio de Frontera, en concreto en la vertiente septentrional de la isla de El Hierro, se trata de un proceso de erosión y deslizamientos. Diversos estudios realizados en el fondo marino han aclarado que el valle se formó por un derrumbamiento del terreno, el cual generó un gran tsunami. La fuerza de la gravedad transladó los materiales, dejando las paredes del actual valle, de materiales más antiguos y resistentes, en la posición actual. Esta amplia depresión con forma de semicírculo con un diámetro de 14 km delimitada por fuertes escarpes y el hallazgo de muchas coladas de lava en su sector central que han compuesto una tierra baja donde se pueden contemplar una gran cantidad de coluviones y el desplome de parte de la isla ha dejado como resultado potentes vistas que atraen a turistas. Destaca en este edificio volcánico el volcán Taganasoga con un gran cráter adosado. Aunque las lavas de estas etapas tempranas del desarrollo de la isla son basálticas, las emisiones finales del Volcán El Golfo son más diferenciadas, originando coladas mucho más potentes y de colores más claros en la parte alta de los cantiles de El Golfo y Las Playas.

Formación del edificio Rift 

La culminación de la construcción del volcán El Golfo continúa con una nueva fase en el que el volcanismo se sitúa en los tres riffs originándose erupciones fisurales de naturaleza basáltica que recubren casi toda la isla. En esta fase el edificio insular se vuelve muy inestable. Como resultado se producen varios derrumbes laterales: dos culminados, componen las depresiones de El Julán (al suroeste) y El Golfo (al norte), y uno incompleto al sureste, genera el sistema de fallas escalonadas de San Andrés y el colapso menor de Las Playas. 

El más reciente es el de El Golfo, que pudo formarse en época reciente. Al igual que este edificio que creció anidado en la cuenca de deslizamiento que destruyó la estructura volcánica anterior (Tiñor), se está formando un nuevo volcán anidado en la cuenca de deslizamiento de El Golfo. Se garantiza que continúe creciendo y rellene esta última cuenca de deslizamiento, para a su vez colapsar cuando alcance el nivel de inseguridad. Esta pauta de crecimiento por medio de sucesivos volcanes albergados en depresiones de colapsos consecutivos, característica de las fases iniciales de desarrollo de las islas volcánicas. Parte de la reciente actividad eruptiva de El Hierro se ha utilizado en rellenar la depresión originada en el último colapso lateral de El Golfo. Varias erupciones con sus centros situados en el interior y el propio escarpe de la depresión la han rellenado parcialmente. Es posible que se deba a la dispersión del volcanismo en los tres rifts, y la mencionada alternancia eruptiva entre La Palma y El Hierro. Las plataformas costeras más desarrolladas en El Hierro se localizan en los extremos de los rifts y en el interior de la depresión de El Golfo. 

Evolución del Hierro


Geomorfología de El Hierro 

La isla de El Hierro está ubicada en la parte más occidental y meridional del Archipiélago Canario. Cuenta con una superficie es aproximadamente de 278 km2, el volcán de Malpaso con 1501 m de altura situado en el borde interior de la Bahía de El Golfo constituye la cima más alta de la isla. La presencia de otros puntos en la isla con alturas que alcanzan más de 1.000 metros, hace que la conviertan en una isla proporcionalmente bastante alta y con unas vertientes muy pronunciadas. Declarada Reserva de la Biosfera en el 2000, el 58% de su superficie está protegida, lo que otorga una idea de su valor y riqueza. Una gran cantidad de malpaíses y acantilados conforman su costa, en un territorio atravesado por una potente dorsal coronada por una meseta que conforma una dehesa, un territorio ideal para el ganado sin comparativa en cualquier otra de las Canarias. Se pueden distinguir tres regiones geográficas distintas: la meseta, el Valle de El Golfo y la zona en pendiente de El Julan. La zona costera de la isla es acantilada con un 90% del área, apenas hay playas de arena, aunque abundan los charcos y formaciones volcánicas de notable belleza. 

El Hierro es un raro y pequeño territorio de características muy singulares, y que varían de una parte a otra de la isla. El aspecto de la Bahía de El Golfo, con un diámetro de 14 kilómetros, desde Punta de Arenas Blancas hasta los Roques de Salmor, es una de las formaciones geológicas más destacadas de la isla de El Hierro. La altura de la línea del arco tiene una altitud máxima en Malpaso de 1.501 metros, y va disminuyendo a lo largo de los extremos. Los precipicios que aquí se originan son más empinados en la región de Sabinosa y en Frontera, puesto que en la parte central las coladas de lava han suavizado la pendiente, y las lavas que alcanzaron la costa formaron una tierra baja. Un obstáculo importante en El Golfo es el cono volcánico de Taganasoga. A pesar de todas las lavas que se acumularon en este sector, también existen algunos llanos de material aluvial, en donde es posible cultivar. 

La región Norte presenta un paisaje dominado por un terreno central alto (Montañas Valverde-Tiñor), que alcanzan alturas de más de 1000 metros. Se trata de un conjunto de volcanes relativamente antiguos que se han unido, y de los que corren un sistema de barrancos hacia las costas. La humedad es traída por los vientos alisios, que barren las cimas de esta región. Las costas alrededor de la región septentrional son escarpadas y con riscos de mucha pendiente.

Las tierras altas centrales, entre Tiñor y El Pinar, con una altura aproximada de 1000 metros, forman un terreno bastante llano cuyo límite occidental está formado por la escarpada bahía de El Golfo. Al Sureste nos encontramos la bahía de Las Playas, debajo del pueblo de Isora. Toda esta región está constituida por un gran número de volcanes con cráteres muy bien conservados. 

Por su parte, una prolongación en el Sur de la isla, forma La Restinga, que comienza cerca del pueblo de Taibique. En esta región el suelo es predominantemente de material piroclástico antiguo erosionado, y a medida que avanzamos al Sur podemos ver lavas de color negro. El área de La Restinga forma una parte resguardada de la isla en donde predomina el cultivo de la vid. 

Con respecto a la vertiente Sur (Julán – Orchilla), una parte de la isla alta y larga e inclinada hacia el Sur, forma la orilla meridional de la bahía de El Golfo. La ladera está cubierta por espesas capas de lavas que han fluido de volcanes, que a su vez se cubren de un espeso manto de cenizas negras y lapillis. La región de la Orchilla y las laderas superiores son las que presentan un mayor número de conos en esta región, y bajando hacia la costa nos encontramos con el Faro de Orchilla. 

Toda esta diversidad volcánica que muestra la isla de El Hierro ha dado lugar a numerosos recursos geológicos y morfologías realmente impresionantes. 

Los Lajiales 

Los lajiales herreños constituyen el elemento de belleza del paisaje volcánico del malpaís. Están afincados en el vértice meridional de la isla, en las proximidades del núcleo pesquero de La Restinga. Los Lajiales presentan unos paisajes con abundantes conos volcánicos hechos en torno a las bocas eruptivas y con formas retorcidas y rocambolescas, propias de paisajes espaciales. Conforma un extenso malpaís en el que coexisten lavas de tipo aa y pahoehoe, y en donde el enfriamiento diferenciado, la mayor viscosidad de las lavas al alejarse de los focos eruptivos y los pequeños desniveles que salvaron las coladas en su recorrido, determinaron que las superficies lávicas obtuvieran una gran diversidad de formas. 

En el Lajial encontramos numerosos elementos morfológicos propios de ese lugar como son las bombas piroclásticas, lapilli, piroclastos con formas curiosas, coladas de tipo pahoe-hoe y de tipo aa, numerosos conos y cráteres y jameos o lo que es lo mismo tubos volcánicos.

 

Elementos Geomorfológicos 

Conos, cráteres y coladas: Son numerosos los conos que alberga la isla de El Hierro, la mayor parte correspondiente a la serie del volcanismo de Los Rifts. Los cráteres, conos, campos de lava, calderas y galerías subterráneas dispersos por toda su geografía conforman un paisaje asombroso y exclusivo en el territorio español. El Hierro ha tenido muchas erupciones volcánicas desde el momento que consiguió superar el nivel del mar, y todo ello queda configurado en un paisaje donde prevalecen las estructuras volcánicas que muestra la fuerza de la naturaleza. A pesar de las distintas erupciones que hubieron en la isla, hay restos de una erupción violenta (vulcaniana), visibles en Malpaso, que se trata de una erupción freatomagmática, pues se produjo la interacción del magma con un acuífero. 


El Hierro es la isla donde mejor y con más variedad morfológica se presentan las lavas y coladas, sobre todo en las plataformas costeras recientes, destacando las de El Verodal en la costa noroeste y El Lajial en la punta sur de la isla. Parte del paisaje herreño está formado por coladas de lava (, que se originan cuando la lava sale al exterior y discurre sobre el relieve. En la isla hay presencia de dos tipos de coladas en función de la composición: las básicas (como los basaltos), y las félsicas (como las traquitas). Al solidificarse, las coladas básicas pueden adquirir dos morfologías distintas de color oscuro: aa y pahoehoe; y las coladas félsicas, al solidificarse normalmente son aa y suelen ser de color más claro. Así, podemos observar en la isla de El Hierro distintas morfologías según el tipo de coladas: las lavas pahoehoe forman cuerpos cilíndricos entrelazados (lavas cordadas) y las lavas aa forman campos de lavas rugosas llamados malpaíses.

Disyunción columnar: Es el tipo de fractura que puede formarse en rocas volcánicas. Una vez que se enfría una colada, se forman en la parte superior columnas en forma de prisma lo que da cierta curiosidad a su morfología. Piroclastos 

Los piroclastos: son fragmentos de lava expulsados por las erupciones que pueden clasificarse según su tamaño. Existen diferentes tipos en la isla del Hierro: cenizas (fragmentos muy finos que pueden ser transportados por el viento), lapilli (fragmentos angulosos o redondeados), y bombas (con un diámetro superior a 64 mm).


Jameos o tubos volcánicos: Son cavernas volcánicas con aspecto de túneles, compuestos en el interior de coladas lávicas más o menos fluidas mientras perdura la actividad reogenética. Pueden recibir una estructura simple de tubo lineal, o llegar a componer difíciles redes de ramales interconectados, también a diferentes niveles y con múltiples dimensiones. Se forman con más facilidad en las coladas pahoehoe aunque también en las de tipo AA.

 

Diques: Son conductos de alimentación de los centros eruptivos agrupados en los diferentes edificios volcánicos. Existen pocos ejemplos de diques resaltando en el terreno por inversión del relieve como el Roque de Bonanza o la taparucha cercana al mirador de Jinama. 

Localización de Elementos Geomorfológicos en la isla.

 


Fisionomía del litoral La isla herreña tiene una auténtica orografía, la costa se rompe en acantilados de formación volcánica. Sus costas componen un relieve irregular, con grietas y crestas agudas, originado por la erosión química en terrenos calcáreos que forman montañosos acantilados de hasta 1000 metros de altura. Se pueden localizar pequeñas calas de complejo acceso y piscinas naturales en lugar de playas de arena. Dichas piscinas naturales nombradas anteriormente se hicieron con el objetivo de que fueran lugar de baño aprovechando los entrantes al mar (El Pozo de Las Calcosas, La Maceta en Frontera o Tacorón). 

Además, en El Hierro los fondos marinos y sus aguas transparentes hacen que puedas ver un paisaje volcánico único y cientos de especies subtropicales. Estos fondos marinos se convierten en unos de los principales atractivos turísticos de la isla.

0 comentarios:

Publicar un comentario